Quebradero de cabeza que queda atrás luego de andar buscando bombista para la murga.
La fortuna quiso que David, nuestro bombo desde los comienzos, encontrara trabajo allende nuestras fronteras regionales quedando así el grupo compuesto y sin bombo. La premura nos hizo tomar la decisión de afianzar esa parte tan vital de la instrumentación con una incorporación que tomara rápido el ritmo de los ensayos y nos permitiera afrontar el último tramo de la preparación con la mayor confianza posible. Y así ha sido. Nicolás, procedente de Trigueros, hábil con las dos manos, lleno de compás y ritmo y afable en el trato llega como agua de mayo hasta el vinilo azul de la asociación. Con estas líneas queremos ofrecerte nuestra mejor sonrisa y nuestro abrazo más sincero. Bienvenido a la Murga del Molino, Nico.
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